Nuestras ecocasas nacen de un arduo trabajo de  rehabilitacion de una antigua hacienda del siglo XIX, a la que le hemos vuelto a dar vida resetando su esencia. Para ello, hemos empleado  materiales autóctonos y técnicas ancestrales que se han transmitido de generación en generación, integrando cada construcción en el paisaje volcánico de forma armoniosa. Este compromiso con la conservación del patrimonio arquitectónico no solo respeta la historia y el carácter de la isla, sino que también ofrece a nuestros huéspedes una experiencia auténtica y única.

Estas eco viviendas no solo preservan su valor cultural, sino que también promueven un turismo responsable y sostenible. Así, comprometidos con el medio ambiente, nuestras viviendas son autosuficientes en términos energéticos, utilizando exclusivamente energía solar sin conexión a la red eléctrica. El agua, un recurso valioso en esta región, se obtiene de la lluvia y se complementa con sus históricos y conservados aljibes, promoviendo un uso consciente y responsable.

Como viticultores, trabajamos la tierra siguiendo métodos tradicionales que, aunque requieren un mayor esfuerzo, nos permiten preservar intacto el singular paisaje de La Geria. Nuestra labor diaria es un compromiso activo con la conservación de este entorno único en el mundo, moldeado por siglos de historia agrícola. Cultivar respetando la esencia del lugar es para nosotros un motivo de orgullo y responsabilidad, que compartimos con todos aquellos que nos visitan.