"Un rincón íntimo junto a la casa principal, con una atmósfera cálida y tradicional”
Nuestra acogedora Era, con entrada privada y capacidad para dos personas, dispone de un dormitorio con cama de matrimonio, decorado con piezas restauradas que aportan carácter y calidez. La zona de estar, con un cómodo sofá y smart TV, se abre a una pequeña terraza con vistas a los viñedos, el lugar perfecto para disfrutar de un desayuno al aire libre o una copa de vino al atardecer.
Cuenta además con una cocina abierta, equipada con todo lo necesario para su comodidad, que mantiene la esencia rústica con sus muebles de mampostería, cortinas de cuadros y estanterías abiertas. Se integra armoniosamente con una barra de desayuno, desde la que se puede contemplar el peculiar paisaje que se asoma a través de la puerta principal.
El baño, inspirado en los tradicionales lucernarios canarios, destaca por sus tonos verdes, que le aportan un carácter especial, al tiempo que permite que la luz natural inunde el espacio, creando una atmósfera relajante y armoniosa que realza la belleza de sus materiales y detalles.
En el exterior, el mobiliario de la terraza ofrece un espacio ideal para relajarse y contemplar la belleza del entorno, sumergiéndose en la calma de la isla. Y para quienes planean una estancia más prolongada, ponemos a su disposición una lavadora, asegurando mayor comodidad durante su tiempo con nosotros.